miércoles, 4 de noviembre de 2009

La migración del buitre leonado en el Estrecho de Gibraltar

Te levantas a las ocho de la mañana. Un día más de migración en el Estrecho de Gibraltar. "¿Qué nos deparará el día?" Suele ser lo primero que se me pasa por la cabeza cada vez que nos recogen en el albergue y nos encaminamos a nuestro puesto de observación. Es una sensación parecida a la que tiene un pescador que se levanta temprano esperando que sea un buen día, con unas buenas condiciones climáticas y que la cosa se dé bien. La base es la misma...

Ayer tocaba buitres. Los días anteriores habían sido de poco movimiento y de poco paso, pero ayer algo era diferente: se veía África como pocas veces la he podido ver, aunque con un poco de bruma, pero sin duda es algo que ayuda a estas aves tan indecisas a dejar a un lado sus miedos y encarar las aguas del Estrecho para llegar a su destino africano. El ver con sus propios ojos que al otro lado está el sitio al que quieren llegar y no un mar de nubes que no hacen más que sembrar dudas en las mentes de estas aves.

Con todo esto, nos dirigimos hacia el Cortijo de La Hoya y montamos el puesto. Bien temprano empiezan a aparecer cicleos y más cicleos de buitres que poco a poco se van uniendo hasta formar un máximo de 700 individuos juntos, tomando altura, con las alas plenamente abiertas, sin dar un sólo aleteo. Es increíble cómo estas aves de tanta envergadura y que se pelean por la comida de tal manera, sean capaces de olvidar todas sus rencillas particulares durante unas horas por un interés común: llegar con vida al otro lado del Estrecho.

De repente algo cambia. Del enorme cicleo, un sólo buitre sale enflechado con dirección sur, pico a viento y batiendo alas. Claramente es una conducta migratoria. Otras siguen su iniciativa y finalmente todo el cicleo se pone prácticamente en fila de a uno con su mira puesta en Ceuta y con el agua bajo sus alas. Un sólo fallo de cálculo y no llegarán a la costa africana y puede que incluso sea tarde para volver... Por eso, algunos buitres comienzan a girar, arrepentidos, volviendo a volar sobre tierra firme, allá donde se sienten más seguros. Vuelven a ciclear, vuelven a tomar altura y se vuelve a repetir la película: uno se tira y los demás les siguen. Pero esta vez se pierden y se pierden en el horizonte... Se fueron... Desde la otra costa nos avisan de que han llegado 260 buitres. Increíble. Luego otros 400 y así hasta los casi 1100 que tuvimos la posibilidad de ver migrar hacia África ayer. Sin duda no es algo que se vea todo los días y es que la migración del buitre leonado en el Estrecho de Gibraltar se concentra en pocas fechas y estas aves saben que si después de varios días malos, el Estrecho les brinda un día como el de ayer, es una oportunidad que no pueden permitirse el lujo de desaprovechar...

Nos volveremos a ver dentro de poco en suelo español, cuando hayáis completado vuestro periplo por el continente negro...

2 comentarios:

Héctor colín dijo...

Oigan, ¿sabran cual es la ruta migratoria del buitre de Ruppell?

Héctor colín dijo...

Oigan, ¿sabran cual es la ruta migratoria del buitre de Ruppell?

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