Esta especie es, sin ninguna duda, una de las que más me ha llamado la atención en mis periplos por Italia. Es una especie tan común como lo puede ser en Madrid la urraca. Se la ve en parques, en los tejados de todas las casas y a veces sirve hasta de despertador. Su voz, unida a la mas que habitual niebla en esta zona norte de la Peninsula Itálica, dan un aspecto lúgubre a la ciudad...
Tiene el aspecto de ser un ave inteligente, no en vano es un córvido, y sabemos de la intelegencia de esta familia de aves. La corneja cenicienta (Corvux corone cornix) se caracteriza por su estilo corporal, típico de los córvidos, y por su manto gris cenizo, de ahí su apellido. Es un ave muy adaptable, oportunista y se puede alimentar de casi cualquier cosa. Llega a alcanzar los casi 20 años de edad y mantiene la curiosa costumbre de mantener su pareja durante toda la vida. La corneja cenicienta es sin lugar a dudas el mayor contraste que encontré, cuando cambié los correlimos tridáctilos y las espátulas de la Bahía de Cádiz, por la planicie del Delta del Po, Alpes o Apeninos...
1 comentario:
Al final sí que te ha gustado mi blog eeen. jajajaja.
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