miércoles, 26 de noviembre de 2008

Cigüeña negra

Hoy ha sido uno de esos días en los que llegas a la facultad y no sabes muy bien porqué, pero decides volver una hora antes a casa... Y además, en vez de tomar el camino habitual, el de Cádiz, pasando por el Puente Carranza, decides tomar el otro camino, el de Puerto Real por las Aletas.

Vas pensando en tus cosas, en esas cosas que no paran de darte vueltas en la cabeza... pero de repente ves una gaviota patiamarilla y ya desconectas y empiezas a fijarte en todas las aves que ves sobrevolando el coche... Te acuerdas de cuando, cada año, empiezas a ver milanos negros que van en migración hacia el Estrecho y te preguntas que por qué no podrías ver uno ahora, que sería maravilloso... Alguien te escucha y de repente ves dos siluetas negras en el cielo, a escasos 20 metros del coche... Pero te das cuenta de que esas siluetas negras no tienen nada que ver con un milano. Su forma estilizada, su largo cuello y sus alas largas y anchas... cuando con un golpe de viento, las siluetas se giran, el sol les acaricia de una forma muy distinta y te dejan ver su vientre blanco y su pico y sus patas rojas... En ese momento, que ves que las dos siluetas que tenías a 20 metros, son dos cigüeñas negras, no puedes hacer otra cosa que emocionarte y sentir como todos los vellos de tu cuerpo se erizan y se te escapa una expresión de júbilo. En ese momento te gustaría poder parar el coche en medio de la autovía y poder contemplarlas por horas... En ese momento el tiempo y el espacio se han detenido para tí...

A veces, la casualidad de salir una hora antes de clase, de tomar el camino menos habitual, de retrasar tu salida cinco minutos porque se te ha olvidado mirar una cosa en el tablón de anuncios de clase, te recompensan en un modo que posiblemente no te merezcas, pero que sin duda hace de tu día, un día especial...

Observación Camino de Servicio Barrio Jarana - San Fernando

Mañana fría de otoño con cielo despejado y un viento moderado del norte. Las dos lagunas donde se suelen sedimentar los cormoranes y las gaviotas y en las que aparecen otras limícolas, están demasiado cubiertas de agua, por lo que no se da lugar la sedimentación ni la aparición de limícolas. Sin embargo más adelante, más hacia San Fernando, hay fango descubierto y aparecen nuestras amigas las pequeñas limícolas. Lo más destacable, la presencia de una cigüeña negra por encima de la salina.

Ahí va la lista:

Larus ridibundus
Ciconia nigra (1)
Larus michaellis
Phalacrocorax carbo
Ptyonoprogne rupestris
Egretta garzetta
Tringa totanus
Himantopus himantopus
Charadrius hiaticula
Charadrius alexandrinus
Phylloscopus collybita
Arenaria interpres
Calidris alba
Sylvia melanocephala

martes, 25 de noviembre de 2008

Observación Los Toruños desde Río San Pedro (Puerto Real)

Mañana despejada con viento suave y marea baja. Abundancia de ostreros sedimentados en la zona habitual, con presencia de algunos charranes también sedimentados junto a reidoras y abundantes agujas colipintas alimentándose en la orilla.

El listado de especies es:

Phalacrocorax carbo
Larus fuscus
Haematopus ostralegus
Egretta garzetta
Larus michaellis
Larus ridibundus
Arenaria interpres
Limosa limosa
Limosa lapponica

Sterna sandvicensis
Phoenicurus ochruros
Tringa totanus
Sterna caspia
Calidris alpina
Numenius phaeopus

domingo, 23 de noviembre de 2008

Salida a la Janda

Hoy ha sido uno de esos días en los que das gracias por no haber sido perezoso y haber resistido a la abrumante fuerza del despertador. Te levantas, coges tus libros, tus prismáticos, te endosas las botas y te haces 60 km para ir a la Laguna de la Janda. ¿Por qué hacer esto un domingo con lo bien que se está en la cama hasta las 12? Es una pregunta con bastante lógica... Pero como dice una amiga mía, la naturaleza, sabía como es, a menudo te lo recompensa... Basta echarle un vistazo al listado de especies de aves (por orden de observación):






Motacilla alba
Buteo buteo
Phoenicorus ochruros
Ciconia ciconia
Ardea cinerea
Saxicola torquata
Milaria calandra
Carduelis carduelis
Egretta garzetta
Plegadis falcinellus
Bubulcus ibis
Ptyonoprogne rupestris
Passer domesticus
Passer pispaniolensis
Falco tinnunculus
Circus aeroginosus
Phalacrocorax carbo
Grus grus (10)
Tringa ochropus
Gallinula chloropus
Columba palumbus
Larus fuscus
Larus michaellis
Larus ridibundus
Vanellus vanellus
Lanius excubitor
Platalea leucorodia
Himantopus himantopus
Ciconia nigra (2)
Alcedo atthis
Phasianus calchicus
Erithacus rubecula
Anas plathyrinchos
Alectoris rufa
Actitis hypoleucos
Pluvialis squatarola
Cisticola juncidis
Galerida cristata
Alauda arvensis
Egretta alba
Gyps fulvus
Carduelis cannabina
Porphyrio porphyrio
Phylloscopus sp.

En definitiva, 44 especies, en el mismo enclave y en el mismo espacio de tiempo, compartiéndolo (como se ve en la foto) como si de estudiantes en un piso de 30 metros se tratase... Yo iba con el deseo de reencontrarme con el Elanio azul y en su lugar me encontré con cientos de moritos, las tan ansiadas avefrías (mi primera vez...), dos cigüeñas negras, diez grullas, una garceta grande, un andarríos grande y un calamón... no es poca cosa...
Si a esto unimos la postrera presencia de un meloncillo que nos miraba como si de un suricata africano se tratase, alzado sobre sus patas traseras, tenemos una mañana de salida campestre de 10...
La Janda siempre te recompensa, siempre con una cosa distinta, y por eso merece la pena levantarse temprano un domingo y dirigirse a sus campos cultivados...

jueves, 20 de noviembre de 2008

He vuelto a casa...

He vuelto a casa después de un nuevo viaje a tierras italianas... Atrás quedan los fríos y verdes campos de la Lombardía y el Lazio y me reencuentro primero con los campos de tonos cálidos de Sevilla y la campiña de Jerez, y más tarde con las marismas de la Bahía...

Por el camino, aprovecho el no tener que tocar el volante para disfrutar del paisaje y, porqué no, de las aves que se dejan ver por estas tierras. Algún ratonero posado en su poste eléctrico, esperando desde su privilegiada atalaya el momento en el que abalanzarse sobre una de sus pequeñas víctimas. Una culebrera cernida, que es observada por los cernícalos, que parecen mirarla pensando que esa es más bien tarea suya. Un halcón abejero con todo el esplendor de su vuelo. Pequeños bandos de cigüeñas blancas que se avecinan a los vertederos jerezanos. Alaúdidos, fringílidos, y otros paseriformes, van dando paso a las comunes gaviotas patiamarillas y al negro de los cormoranes que en estas fechas frecuentan nuestras marismas...

He vuelto a casa...

miércoles, 19 de noviembre de 2008

La corneja cenicienta

Esta especie es, sin ninguna duda, una de las que más me ha llamado la atención en mis periplos por Italia. Es una especie tan común como lo puede ser en Madrid la urraca. Se la ve en parques, en los tejados de todas las casas y a veces sirve hasta de despertador. Su voz, unida a la mas que habitual niebla en esta zona norte de la Peninsula Itálica, dan un aspecto lúgubre a la ciudad...

Tiene el aspecto de ser un ave inteligente, no en vano es un córvido, y sabemos de la intelegencia de esta familia de aves. La corneja cenicienta (Corvux corone cornix) se caracteriza por su estilo corporal, típico de los córvidos, y por su manto gris cenizo, de ahí su apellido. Es un ave muy adaptable, oportunista y se puede alimentar de casi cualquier cosa. Llega a alcanzar los casi 20 años de edad y mantiene la curiosa costumbre de mantener su pareja durante toda la vida. La corneja cenicienta es sin lugar a dudas el mayor contraste que encontré, cuando cambié los correlimos tridáctilos y las espátulas de la Bahía de Cádiz, por la planicie del Delta del Po, Alpes o Apeninos...
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